Preparar este pudín de pan es regresar a mi infancia y figurarme a mi papá haciendo de las suyas en la cocina. Recuerdo que lo preparaba en las brasas, en un horno improvisado, y en cantidades enormes. El olor que desprendía aquello invadía todo el vecindario y de repente la casa se llenaba de vecinos que venían por su pedazo.
Lo preparé en esta ocasión para complacer una petición de mi hermano, quien recientemente estuvo de cumpleaños. He de decir que el agasajado quedó encantado y prometiendo que a menudo me traería pan para que lo aprovecháramos de nuevo en este pudín!
Prometo hacerlo de nuevo muy pronto, pues me quedé con el deseo de llevarle un pedazo a una amiga que tengo y que es amante de los dulces. Mi querida, eso va!
A continuación les comparto mi receta, espero que la disfruten.
PUDÍN DE PAN EN SALSA DE CIRUELAS
Para el pudín:
1 lata de leche condensada
1 lata de leche evaporada
3 tazas de leche
3 cucharadas de mantequilla
6 tazas de pan cortado en cuadritos (yo utilicé una baguette, pero puede ser el que tengan a mano)
1/3 taza de pasas
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 pizca de sal
2 huevos y una yema
Para la salsa de ciruelas:
1 ½ taza de ciruelas sin semillas
1 rama de canela
2 tazas de agua
3 cucharadas de azúcar
Preparación:
En una cacerola, colocar los ingredientes de la salsa de ciruelas. Cocinar a fuego medio hasta que adquiera la consistencia de un sirop. Reservar para bañar el pudín.
En una olla colocar las leches, la mantequilla, el extracto de vainilla y la pizca de sal. Calentar la mezcla hasta que la mantequilla se funda.
Retirar del fuego, agregar el pan cortado en cuadritos y las pasas. Mezclar y dejar reposar durante por lo menos una hora, para que se mezclen bien todos los ingredientes.
Luego agregar los huevos batidos e integrar bien. En un molde engrasado, llevar al horno a 450 grados, en baño de maría, durante unos 45 minutos aproximadamente.
Cuando el pudín esté frío, desmoldar y cubrir con la salsa de ciruelas.
